Trinidad Ontológica o Inmanente


En el análisis de la Trinidad, los teólogos han acuñado términos específicos para ofrecer una comprensión más precisa de la naturaleza de Dios. Cuando nos referimos a la «Trinidad ontológica,» o «Trinidad inmanente,» estamos explorando la esencia misma de Dios.

Definiendo Trinidad Ontológica o Inmanente

La ontología se ocupa del estudio filosófico de la naturaleza del ser. La «Trinidad ontológica» se adentra en el ser o la esencia de cada miembro de la Trinidad. En cuanto a su naturaleza, esencia y atributos, cada Persona de la Trinidad es completamente igual. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo comparten la misma naturaleza divina y, en consecuencia, forman una Trinidad ontológica. Esta doctrina sostiene que las tres Personas de la Divinidad son iguales en poder, gloria, sabiduría y demás aspectos esenciales. Este concepto destaca la igualdad sustancial que define la relación eterna entre las distintas Personas de la Trinidad.

Fundamentos

La fundamentación de la Trinidad ontológica se encuentra en la Biblia, que revela la igualdad en la divinidad de cada miembro de la Trinidad, como se declara en pasajes como Juan 1:1-3, que resalta la divinidad del Hijo, y Juan 14:16-17, que presenta al Espíritu Santo como otro Consolador igual al Hijo. Estos textos respaldan la noción de igualdad ontológica entre las Personas divinas.

La Trinidad ontológica, también conocida como «Trinidad esencial», constituye un pilar central en la doctrina cristiana. Este término, a menudo mencionado en conjunto con la Trinidad económica, destaca la esencia y naturaleza común compartida por cada Persona de la Trinidad, centrándose en la pregunta fundamental de quién es Dios. Por otro lado, la Trinidad económica se enfoca en las relaciones dinámicas entre las Personas divinas y sus respectivos roles en la creación y la salvación, resaltando lo que Dios hace.

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Enseñanza

La enseñanza de la Trinidad ontológica se basa en sólidos fundamentos bíblicos. En Juan 10:30, Jesús afirma que Él y el Padre son uno, revelando una unidad esencial en su naturaleza divina. Además, en Mateo 28:19, Jesús instruye a bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, estableciendo claramente la igualdad y unidad de las tres Personas divinas.

Este concepto esencial de la Trinidad ontológica proporciona una comprensión profunda de la unidad intrínseca entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Es crucial reconocer que, a pesar de las distinciones en sus funciones, las tres Personas comparten una naturaleza divina y una esencia indivisible. Este entendimiento sólido forma la base de la teología trinitaria y subraya la riqueza y complejidad de la Deidad.

Cabe señalar que la Trinidad ontológica no solo es un concepto teológico, sino también una realidad que influye en la adoración y la relación del creyente con Dios. La comprensión de quién es Dios, en su naturaleza trina, ofrece una visión más completa y profunda del Dios al que adoramos y seguimos.